61 Plantas Perennes Bajitas para Delimitar Bordes de Jardín

Las plantas perennes bajitas son una excelente opción para delimitar bordes de jardín. Estas plantas no solo aportan belleza y color, sino que también ayudan a definir espacios y crear un ambiente acogedor. Al elegir plantas perennes, es importante considerar factores como el clima, el tipo de suelo y la cantidad de luz solar que recibe el área. En este artículo, exploraremos 61 variedades de plantas perennes que son ideales para bordes de jardín, cada una con sus características únicas y beneficios.

1. Áster (Aster spp.)

Los ásteres son plantas perennes que ofrecen una explosión de color en el jardín. Sus flores, que pueden ser de tonos violetas, azules y rosas, atraen a mariposas y abejas, lo que las convierte en una opción perfecta para un jardín que busca fomentar la biodiversidad. Los ásteres suelen crecer entre 30 y 60 centímetros de altura, lo que los hace ideales para bordes. Además, son resistentes y pueden prosperar en diversas condiciones de suelo.

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Una de las características más atractivas de los ásteres es su larga temporada de floración, que se extiende desde finales del verano hasta principios del otoño. Para mantener su salud, es recomendable dividir las plantas cada dos o tres años, lo que también ayuda a rejuvenecerlas. Los ásteres son una opción versátil que puede combinarse con otras plantas perennes para crear un efecto visual interesante.

2. Campanula (Campanula spp.)

La campanula es otra opción popular para bordes de jardín. Con sus flores en forma de campana, que pueden ser de color azul, violeta o blanco, esta planta aporta un toque delicado y encantador. Las campanulas suelen crecer entre 20 y 60 centímetros, dependiendo de la variedad, y son perfectas para bordes bajos. Se adaptan bien a suelos bien drenados y pueden tolerar una variedad de condiciones de luz, aunque prefieren la sombra parcial.

Estas plantas son muy fáciles de cuidar y requieren poco mantenimiento. Sin embargo, es importante asegurarse de que no se ahoguen en el agua, ya que el exceso de humedad puede ser perjudicial. Además, la campanula puede propagarse rápidamente, por lo que es recomendable controlar su crecimiento para mantener el orden en el jardín.

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3. Geranio (Geranium spp.)

Los geranios son plantas perennes que ofrecen una amplia gama de colores y texturas. Con una altura de entre 30 y 60 centímetros, son perfectos para crear bordes vibrantes. Sus hojas son atractivas incluso cuando no están en flor, lo que las convierte en una opción excelente durante todo el año. Los geranios son bastante resistentes y pueden prosperar en diversas condiciones, lo que los hace ideales para jardineros principiantes.

Además de su belleza, los geranios son conocidos por su resistencia a las plagas y enfermedades. Esto significa que requieren menos cuidado en comparación con otras plantas. Sin embargo, es recomendable podar las flores marchitas para fomentar un crecimiento saludable y prolongar la floración. Su versatilidad los hace ideales para combinar con otras plantas perennes y anuales en el jardín.

4. Heuchera (Heuchera spp.)

La heuchera, también conocida como «coral bells», es famosa por su follaje colorido y atractivo. Sus hojas pueden variar en tonos de verde, rojo, púrpura y plateado, lo que añade un elemento visual impresionante al jardín. La altura de la heuchera varía entre 30 y 50 centímetros, lo que la hace ideal para bordes bajos. Prefiere suelos bien drenados y puede tolerar la sombra, lo que la convierte en una opción versátil para diferentes áreas del jardín.

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Las heucheras son plantas de bajo mantenimiento que requieren poco cuidado una vez establecidas. Se recomienda dividir las plantas cada tres o cuatro años para mantener su vigor. Además, sus flores, que emergen en tallos altos, son atractivas para polinizadores como mariposas y abejas, lo que contribuye a la salud general del ecosistema del jardín.

5. Lavanda (Lavandula spp.)

La lavanda es una planta perenne que no solo es hermosa, sino también aromática. Sus flores moradas son un imán para polinizadores, y su fragancia es conocida por sus propiedades relajantes. La lavanda puede crecer entre 30 y 90 centímetros, dependiendo de la variedad, pero las más compactas son perfectas para bordes. Prefiere suelos bien drenados y una exposición completa al sol, lo que la convierte en una excelente opción para climas cálidos.

Además de su belleza y aroma, la lavanda es muy resistente a las plagas y enfermedades. Esto la hace ideal para jardineros que buscan una planta que requiera poco mantenimiento. Para fomentar un crecimiento saludable, es recomendable podar las plantas después de la floración, lo que también ayuda a mantener su forma compacta. La lavanda puede combinarse con otras plantas perennes y anuales para crear un jardín atractivo y fragante.

6. Sedum (Sedum spp.)

El sedum, también conocido como «planta de piedra», es una planta suculenta que es ideal para bordes de jardín. Estas plantas son muy resistentes y pueden tolerar condiciones de sequía, lo que las hace perfectas para climas cálidos y secos. El sedum generalmente crece entre 10 y 30 centímetros de altura, lo que lo convierte en una excelente opción para bordes bajos. Sus flores, que pueden ser amarillas, rosas o rojas, atraen a mariposas y otros polinizadores.

El sedum requiere poco mantenimiento, lo que lo convierte en una opción popular entre los jardineros. Se puede plantar en suelos pobres y no necesita riego frecuente, lo que lo hace ideal para quienes tienen poco tiempo para cuidar de su jardín. Además, el sedum se propaga fácilmente, lo que permite que los jardineros creen nuevas plantas a partir de esquejes.

7. Salvia (Salvia spp.)

La salvia es una planta perenne que ofrece una amplia gama de colores y variedades. Sus flores pueden ser moradas, rosas, azules o blancas, y son muy atractivas para los polinizadores. La salvia generalmente crece entre 30 y 90 centímetros, pero las variedades más bajas son ideales para bordes. Prefiere suelos bien drenados y una exposición completa al sol, lo que la hace ideal para climas cálidos.

Además de su belleza, la salvia es conocida por su resistencia a las plagas y enfermedades. Esto significa que requieren menos cuidado en comparación con otras plantas. Para mantener su salud y fomentar una floración abundante, es recomendable podar las flores marchitas y dividir las plantas cada dos o tres años. La salvia puede combinarse con otras plantas perennes para crear un jardín vibrante y lleno de vida.

8. Nepeta (Nepeta spp.)

La nepeta, comúnmente conocida como «hierba gatera», es una planta perenne que es popular entre los amantes de los gatos, pero también es una excelente opción para los jardines. Sus flores de color azul o púrpura son muy atractivas para las abejas y mariposas, lo que la convierte en una opción ideal para fomentar la biodiversidad. La nepeta suele crecer entre 30 y 60 centímetros de altura, lo que la hace adecuada para bordes de jardín.

Esta planta es muy resistente y puede tolerar diversas condiciones de suelo y luz, aunque prefiere el sol pleno. Requiere poco mantenimiento y es conocida por su resistencia a plagas y enfermedades. Para mantener su forma compacta y promover una floración continua, se recomienda podar las flores marchitas. La nepeta también puede ser una excelente opción para combinar con otras plantas perennes y anuales.

9. Coreopsis (Coreopsis spp.)

El coreopsis es una planta perenne que se destaca por sus flores amarillas brillantes. Estas plantas suelen crecer entre 30 y 60 centímetros de altura y son ideales para bordes de jardín. El coreopsis es muy resistente y puede prosperar en suelos pobres, lo que lo convierte en una opción popular entre los jardineros. Además, atrae a mariposas y otros polinizadores, lo que ayuda a mantener la salud del ecosistema del jardín.

El coreopsis es fácil de cuidar y requiere poco mantenimiento una vez establecido. Se recomienda podar las flores marchitas para fomentar un crecimiento saludable y prolongar la floración. También es beneficioso dividir las plantas cada tres o cuatro años para mantener su vigor. Su color vibrante y resistencia lo convierten en una opción ideal para agregar un toque de alegría a cualquier jardín.

10. Echinacea (Echinacea spp.)

La echinacea, también conocida como «coneflower», es una planta perenne que se caracteriza por sus flores grandes y coloridas. Estas plantas pueden crecer entre 60 y 90 centímetros de altura, pero las variedades más compactas son ideales para bordes de jardín. La echinacea es resistente y puede prosperar en una variedad de condiciones de suelo y luz, lo que la convierte en una opción versátil.

Además de su belleza, la echinacea es conocida por sus propiedades medicinales y es muy valorada en la herbolaria. Atrae a mariposas y otros polinizadores, lo que contribuye a la salud general del jardín. Para mantener su salud, es recomendable podar las flores marchitas y dividir las plantas cada tres o cuatro años. La echinacea es una excelente opción para aquellos que buscan una planta que sea tanto atractiva como beneficiosa.

11. Verbena (Verbena spp.)

La verbena es una planta perenne que ofrece una gran variedad de colores y formas. Sus flores, que pueden ser moradas, rosas, rojas o blancas, son muy atractivas para los polinizadores. La verbena suele crecer entre 30 y 60 centímetros de altura, lo que la hace ideal para bordes de jardín. Prefiere suelos bien drenados y una exposición completa al sol, lo que la convierte en una opción popular para climas cálidos.

La verbena es fácil de cuidar y requiere poco mantenimiento. Se recomienda podar las flores marchitas para fomentar un crecimiento saludable y prolongar la floración. Además, esta planta es conocida por su resistencia a las plagas y enfermedades, lo que la convierte en una opción ideal para jardineros de todos los niveles de experiencia. La verbena puede combinarse con otras plantas perennes y anuales para crear un jardín vibrante y lleno de color.

12. Helleborus (Helleborus spp.)

El heléboro, también conocido como «rosa de Navidad», es una planta perenne que florece en invierno y principios de primavera. Sus flores, que pueden ser de colores variados, son una fuente de alegría en los meses más fríos. El heléboro generalmente crece entre 30 y 60 centímetros de altura, lo que lo convierte en una excelente opción para bordes de jardín. Prefiere suelos ricos y bien drenados y puede tolerar la sombra, lo que lo hace ideal para áreas más oscuras del jardín.

El heléboro es fácil de cuidar y requiere poco mantenimiento. Sin embargo, es importante asegurarse de que las plantas no se ahoguen en el agua, ya que el exceso de humedad puede ser perjudicial. Esta planta también es resistente a las plagas y enfermedades, lo que la convierte en una opción popular para jardineros que buscan plantas de bajo mantenimiento. El heléboro puede combinarse con otras plantas perennes y anuales para crear un jardín atractivo durante todo el año.

13. Dianthus (Dianthus spp.)

El dianthus, también conocido como «clavel», es una planta perenne que se caracteriza por sus flores fragantes y coloridas. Estas plantas suelen crecer entre 20 y 50 centímetros de altura, lo que las hace ideales para bordes de jardín. El dianthus prefiere suelos bien drenados y una exposición completa al sol, lo que lo convierte en una opción popular para climas cálidos.

El dianthus es fácil de cuidar y requiere poco mantenimiento. Se recomienda podar las flores marchitas para fomentar un crecimiento saludable y prolongar la floración. Además, esta planta es conocida por su resistencia a las plagas y enfermedades, lo que la convierte en una opción ideal para jardineros de todos los niveles de experiencia. El dianthus puede combinarse con otras plantas perennes y anuales para crear un jardín vibrante y fragante.

14. Phlox (Phlox spp.)

El phlox es una planta perenne que ofrece una amplia gama de colores y variedades. Sus flores pueden ser de tonos vibrantes como el rosa, rojo, blanco y morado, lo que las convierte en una opción atractiva para bordes de jardín. El phlox generalmente crece entre 30 y 60 centímetros de altura y prefiere suelos bien drenados y una exposición completa al sol.

Esta planta es conocida por su resistencia a las plagas y enfermedades, lo que la hace ideal para jardineros que buscan plantas de bajo mantenimiento. Para mantener su salud y fomentar una floración abundante, es recomendable podar las flores marchitas y dividir las plantas cada dos o tres años. El phlox puede combinarse con otras plantas perennes para crear un jardín vibrante y lleno de vida.

15. Gaillardia (Gaillardia spp.)

La gaillardia, también conocida como «cobertura de tierra», es una planta perenne que se caracteriza por sus flores brillantes y coloridas. Estas plantas suelen crecer entre 30 y 60 centímetros de altura y son ideales para bordes de jardín. La gaillardia es resistente y puede prosperar en suelos pobres, lo que la convierte en una opción popular entre los jardineros. Además, atrae a mariposas y otros polinizadores, lo que ayuda a mantener la salud del ecosistema del jardín.

La gaillardia es fácil de cuidar y requiere poco mantenimiento una vez establecida. Se recomienda podar las flores marchitas para fomentar un crecimiento saludable y prolongar la floración. También es beneficioso dividir las plantas cada tres o cuatro años para mantener su vigor. Su color vibrante y resistencia la convierten en una opción ideal para agregar un toque de alegría a cualquier jardín.

16. Brunnera (Brunnera spp.)

La brunnera, conocida como «no me olvides», es una planta perenne que se destaca por sus hojas grandes y sus pequeñas flores azules. Estas plantas suelen crecer entre 30 y 50 centímetros de altura, lo que las hace ideales para bordes de jardín. La brunnera prefiere suelos húmedos y sombra parcial, lo que la convierte en una opción perfecta para áreas más oscuras del jardín.

Esta planta es fácil de cuidar y requiere poco mantenimiento. Se recomienda asegurarse de que las plantas no se ahoguen en el agua, ya que el exceso de humedad puede ser perjudicial. La brunnera es conocida por su resistencia a las plagas y enfermedades, lo que la convierte en una opción popular para jardineros que buscan plantas de bajo mantenimiento. Su atractivo follaje y flores encantadoras la convierten en una opción ideal para combinar con otras plantas perennes.

17. Tiarella (Tiarella spp.)

La tiarella, comúnmente conocida como «espuma de la montaña», es una planta perenne que se caracteriza por sus hojas en forma de corazón y sus flores en espiga. Estas plantas suelen crecer entre 20 y 50 centímetros de altura, lo que las hace ideales para bordes de jardín. La tiarella prefiere suelos ricos y húmedos y puede tolerar la sombra, lo que la convierte en una opción perfecta para áreas más oscuras del jardín.

La tiarella es fácil de cuidar y requiere poco mantenimiento. Se recomienda asegurarse de que las plantas no se ahoguen en el agua, ya que el exceso de humedad puede ser perjudicial. Esta planta también es resistente a las plagas y enfermedades, lo que la convierte en una opción popular para jardineros que buscan plantas de bajo mantenimiento. Su atractivo follaje y flores encantadoras la convierten en una opción ideal para combinar con otras plantas perennes.

18. Alchemilla (Alchemilla spp.)

La alchemilla, comúnmente conocida como «manto de dama», es una planta perenne que se caracteriza por sus hojas en forma de corazón y sus pequeñas flores amarillas. Estas plantas suelen crecer entre 30 y 60 centímetros de altura, lo que las hace ideales para bordes de jardín. La alchemilla prefiere suelos húmedos y bien drenados y puede tolerar la sombra, lo que la convierte en una opción perfecta para áreas más oscuras del jardín.

La alchemilla es fácil de cuidar y requiere poco mantenimiento. Se recomienda asegurarse de que las plantas no se ahoguen en el agua, ya que el exceso de humedad puede ser perjudicial. Esta planta también es resistente a las plagas y enfermedades, lo que la convierte en una opción popular para jardineros que buscan plantas de bajo mantenimiento. Su atractivo follaje y flores encantadoras la convierten en una opción ideal para combinar con otras plantas perennes.

19. Ajuga (Ajuga reptans)

La ajuga, conocida como «bugleweed», es una planta perenne de bajo crecimiento que es ideal para cubrir el suelo. Su altura generalmente no supera los 20 centímetros, lo que la convierte en una opción perfecta para bordes de jardín. La ajuga produce espigas de flores en tonos de azul, púrpura y blanco, que son muy atractivas para los polinizadores. Esta planta prefiere suelos húmedos y puede tolerar sombra parcial, lo que la hace adecuada para diversas condiciones de jardín.

La ajuga es fácil de cuidar y se propaga rápidamente, lo que puede ser beneficioso para cubrir áreas desnudas en el jardín. Sin embargo, es importante controlar su crecimiento para evitar que se convierta en invasiva. Su resistencia a las plagas y enfermedades, así como su capacidad para prosperar en suelos pobres, la convierten en una opción popular para jardineros que buscan plantas de bajo mantenimiento.

20. Oregano (Origanum vulgare)

El orégano es una planta perenne aromática que es conocida tanto por su uso culinario como por su belleza en el jardín. Su altura generalmente oscila entre 30 y 60 centímetros, lo que la hace adecuada para bordes. El orégano prefiere suelos bien drenados y una exposición completa al sol, lo que lo convierte en una opción ideal para climas cálidos. Sus pequeñas flores moradas son atractivas para los polinizadores y añaden un toque de color al jardín.

Además de su uso en la cocina, el orégano es fácil de cuidar y requiere poco mantenimiento. Se recomienda podar las flores marchitas para fomentar un crecimiento saludable y prolongar la floración. Esta planta también es resistente a las plagas y enfermedades, lo que la convierte en una opción popular para jardineros que buscan plantas de bajo mantenimiento. El orégano puede combinarse con otras plantas perennes y anuales para crear un jardín aromático y atractivo.

21. Acanthus (Acanthus spp.)

El acanto es una planta perenne que se caracteriza por sus hojas grandes y ornamentales. Estas plantas pueden crecer entre 60 y 120 centímetros de altura, pero las variedades más compactas son ideales para bordes de jardín. El acanto prefiere suelos ricos y bien drenados y puede tolerar sombra parcial, lo que lo hace adecuado para diversas condiciones de jardín. Sus flores en forma de espiga son atractivas para los polinizadores y añaden un toque de elegancia al paisaje.

El acanto es relativamente fácil de cuidar y requiere poco mantenimiento una vez establecido. Sin embargo, es importante asegurarse de que las plantas no se ahoguen en el agua, ya que el exceso de humedad puede ser perjudicial. Esta planta también es resistente a las plagas y enfermedades, lo que la convierte en una opción popular para jardineros que buscan plantas de bajo mantenimiento. El acanto puede combinarse con otras plantas perennes para crear un jardín atractivo y lleno de vida.

22. Anémona (Anemone spp.)

La anémona es una planta perenne que se caracteriza por sus flores delicadas y hermosas. Estas plantas pueden crecer entre 30 y 90 centímetros de altura, dependiendo de la variedad, y son ideales para bordes de jardín. La anémona prefiere suelos bien drenados y puede tolerar sombra parcial, lo que la convierte en una opción perfecta para áreas más oscuras del jardín. Sus flores pueden ser de colores variados, incluyendo blanco, rosa y púrpura.

La anémona es fácil de cuidar y requiere poco mantenimiento. Se recomienda podar las flores marchitas para fomentar un crecimiento saludable y prolongar la floración. Esta planta también es resistente a las plagas y enfermedades, lo que la convierte en una opción popular para jardineros que buscan plantas de bajo mantenimiento. La anémona puede combinarse con otras plantas perennes y anuales para crear un jardín vibrante y lleno de color.

23. Pulmonaria (Pulmonaria spp.)

La pulmonaria, también conocida como «hierba de los pulmones», es una planta perenne que se caracteriza por su follaje atractivo y sus flores en tonos de azul, rosa y blanco. Estas plantas suelen crecer entre 30 y 50 centímetros de altura, lo que las hace ideales para bordes de jardín. La pulmonaria prefiere suelos húmedos y bien drenados y puede tolerar sombra

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