El pothos, también conocido como Epipremnum aureum, es una de las plantas de interior más populares debido a su facilidad de cuidado y su capacidad para adaptarse a diferentes condiciones de luz. Trasplantar un pothos puede ser una tarea sencilla si se siguen los pasos adecuados. A continuación, te presentaremos una guía detallada para trasplantar un pothos en cinco simples pasos. Cada paso es esencial para asegurar que tu planta continúe creciendo saludable y vibrante. Vamos a explorar cada uno de estos pasos en detalle.
Paso 1: Elegir el momento adecuado para trasplantar
El primer paso para trasplantar tu pothos es elegir el momento adecuado. Es recomendable hacerlo durante la primavera o el verano, cuando la planta está en su fase de crecimiento activo. Durante estos meses, el pothos tiene más energía y es más capaz de adaptarse a su nuevo entorno. Si trasplantas en otoño o invierno, la planta puede entrar en un estado de letargo, lo que dificultará su recuperación. Observa las raíces de tu pothos; si están saliendo por los agujeros de drenaje o si la planta parece estar creciendo más lentamente, es un buen indicativo de que necesita ser trasplantada.
Además, es importante considerar las condiciones climáticas. Un día nublado es ideal para realizar el trasplante, ya que las temperaturas son más frescas y la planta no sufrirá tanto estrés. Si el clima es muy caluroso o seco, es mejor esperar a un día más templado. La salud de tu planta es la prioridad, así que asegúrate de elegir un momento que le dé la mejor oportunidad de adaptarse a su nuevo hogar.

Paso 2: Reunir los materiales necesarios
Antes de comenzar el trasplante, es fundamental reunir todos los materiales que necesitarás. Esto incluye una maceta nueva, sustrato fresco y herramientas adecuadas. La nueva maceta debe ser un poco más grande que la anterior, permitiendo que las raíces tengan espacio para crecer. Asegúrate de que la maceta tenga suficientes agujeros de drenaje para evitar el encharcamiento de las raíces, lo que puede causar pudrición.
En cuanto al sustrato, es recomendable utilizar una mezcla ligera y bien drenada. Una combinación de tierra para macetas, perlita y turba puede funcionar muy bien. Esta mezcla permite que el agua drene adecuadamente mientras retiene suficiente humedad para que las raíces de tu pothos prosperen. No olvides tener a mano una pala pequeña y, si es posible, guantes de jardinería para proteger tus manos durante el proceso.
Paso 3: Sacar el pothos de su maceta actual

Una vez que tengas todos los materiales listos, el siguiente paso es sacar el pothos de su maceta actual. Para hacerlo, debes sujetar la base de la planta con cuidado y tirar suavemente hacia arriba. Si la planta está muy ajustada a la maceta, puedes golpear suavemente los lados de la maceta para aflojar la tierra. Es importante evitar dañar las raíces durante este proceso, así que hazlo con delicadeza.
Una vez que hayas sacado la planta, examina las raíces. Si observas raíces muertas o en mal estado, es recomendable recortarlas con unas tijeras limpias. Esto ayudará a que la planta se concentre en el crecimiento de raíces nuevas y saludables. Recuerda que un buen cuidado de las raíces es esencial para la salud general de tu pothos. Asegúrate de que las raíces estén en buen estado antes de proceder al siguiente paso.
Paso 4: Colocar el pothos en la nueva maceta
Ahora que tienes tu pothos fuera de su maceta original y has revisado las raíces, es hora de colocar la planta en la nueva maceta. Comienza colocando una capa de sustrato fresco en el fondo de la nueva maceta. Esto proporcionará un buen soporte para las raíces. Luego, coloca el pothos en el centro de la maceta, asegurándote de que la parte superior del cepellón esté a nivel del borde de la maceta.

Una vez que la planta esté en su lugar, comienza a rellenar los espacios vacíos alrededor de las raíces con más sustrato. Asegúrate de presionar suavemente el sustrato para eliminar bolsas de aire, pero evita compactarlo demasiado, ya que esto puede afectar el drenaje. Deja un pequeño espacio en la parte superior de la maceta para permitir el riego sin que el agua se derrame. Después de esto, riega ligeramente la planta para ayudar a que el sustrato se asiente alrededor de las raíces.
Paso 5: Cuidar el pothos después del trasplante
Una vez que has trasplantado tu pothos, es crucial brindarle el cuidado adecuado para ayudarle a adaptarse a su nuevo hogar. Coloca la planta en un lugar donde reciba luz indirecta brillante, ya que esto favorecerá su crecimiento. Evita la luz solar directa, ya que puede quemar las hojas. Además, asegúrate de mantener la temperatura ambiente constante y alejada de corrientes de aire frío.
Durante las primeras semanas después del trasplante, es normal que el pothos muestre signos de estrés, como hojas amarillentas o caída de hojas. Esto es parte del proceso de adaptación. Continúa regando la planta según sea necesario, asegurándote de que el sustrato esté húmedo pero no empapado. Observa la planta y ajusta los cuidados según lo requiera. Con el tiempo, tu pothos comenzará a mostrar un nuevo crecimiento, lo que es una señal de que se está adaptando bien a su nuevo entorno.
Consejos adicionales para el cuidado del pothos
Además de los pasos para el trasplante, hay algunos consejos adicionales que pueden ayudarte a mantener tu pothos saludable. Un aspecto importante es la humedad. Aunque el pothos es resistente a diferentes niveles de humedad, prefiere un ambiente más húmedo. Si vives en un lugar seco, considera rociar las hojas con agua de vez en cuando o colocar un humidificador cerca de la planta.
- Fertilización: Durante la temporada de crecimiento, puedes fertilizar tu pothos cada 4-6 semanas con un fertilizante líquido equilibrado. Esto proporcionará los nutrientes necesarios para un crecimiento saludable.
- Revisar plagas: Mantén un ojo en tu planta para detectar cualquier signo de plagas, como cochinillas o ácaros. Si notas alguna, actúa rápidamente para tratarlas antes de que se conviertan en un problema mayor.
- Rotación: Gira la maceta cada pocas semanas para asegurar que todas las partes de la planta reciban luz de manera uniforme. Esto ayudará a que tu pothos crezca de manera más equilibrada.
Recuerda que cada planta es única, por lo que es importante observar tu pothos y adaptarte a sus necesidades específicas. Con el cuidado adecuado, tu pothos no solo sobrevivirá, sino que también prosperará y se convertirá en una hermosa adición a tu hogar.
Errores comunes al trasplantar pothos
Aunque trasplantar un pothos es un proceso relativamente sencillo, hay algunos errores comunes que es importante evitar. Uno de los más frecuentes es elegir una maceta demasiado grande. Si la maceta es mucho más grande que la anterior, puede causar que el sustrato retenga demasiada humedad, lo que puede llevar a la pudrición de las raíces. Es recomendable optar por una maceta que sea solo un tamaño más grande.
Otro error común es no preparar adecuadamente el sustrato. Un sustrato mal drenado puede ser perjudicial para la salud de la planta. Asegúrate de que la mezcla que uses tenga buena aireación y drenaje. También es importante no trasplantar la planta demasiado a menudo. Hacerlo con demasiada frecuencia puede estresar a tu pothos y afectar su crecimiento. Generalmente, trasplantar cada 1-2 años es suficiente, a menos que notes que la planta necesita más espacio.
Cómo saber si tu pothos necesita ser trasplantado
Es esencial estar atento a las señales que indican que tu pothos necesita ser trasplantado. Uno de los signos más evidentes es el crecimiento de raíces por los agujeros de drenaje de la maceta. Esto indica que la planta ha superado su espacio y necesita más lugar para crecer. También, si notas que la planta se ve marchita a pesar de que la riegas regularmente, esto puede ser una señal de que el sustrato está compactado o que hay problemas con el drenaje.
Otro signo a considerar es el color de las hojas. Si las hojas se vuelven amarillas, esto puede ser un indicativo de que la planta está estresada y necesita más espacio o nutrientes. También, si la planta ha dejado de crecer o ha mostrado un crecimiento muy lento durante un período prolongado, podría ser hora de un trasplante. Observando estos signos, podrás tomar decisiones informadas sobre cuándo es el momento adecuado para trasplantar tu pothos.
La importancia del trasplante en la salud de tu pothos
El trasplante es una parte fundamental del cuidado de cualquier planta de interior, incluido el pothos. Al trasplantar, estás proporcionando a la planta un entorno más adecuado para su crecimiento. Esto incluye un sustrato fresco que puede contener más nutrientes y un espacio más amplio para que las raíces se expandan. Un trasplante oportuno también puede prevenir problemas como la pudrición de raíces y el estancamiento de agua.
Además, el trasplante permite eliminar cualquier raíz muerta o dañada, lo que fomenta un crecimiento más saludable. Este proceso también puede revitalizar la planta, dándole un nuevo impulso para crecer y florecer. el trasplante no solo es una cuestión de espacio, sino que también es crucial para la salud y el bienestar general de tu pothos.