La lavanda es una planta muy popular en jardines y huertos por su hermoso color y su aroma relajante. Además, es conocida por sus propiedades repelentes de insectos y su capacidad para atraer polinizadores. Sin embargo, no es la única planta que puede beneficiarse de su compañía. Cultivar otras especies junto a la lavanda puede mejorar la salud de todas las plantas involucradas y maximizar el uso del espacio en el jardín. En este artículo, exploraremos 15 plantas ideales para cultivar junto a la lavanda, analizando sus beneficios y cómo pueden coexistir en armonía.
1. Romero
El romero es una hierba aromática que comparte muchas características con la lavanda. Ambas plantas son resistentes a la sequía y prefieren suelos bien drenados. Además, el romero y la lavanda tienen requerimientos de luz solar similares, lo que las convierte en compañeras perfectas. Al cultivarlas juntas, se crea un ambiente que favorece el crecimiento de ambas, ya que se protegen mutuamente de plagas y enfermedades.
Otra ventaja de cultivar romero junto a la lavanda es que ambos pueden atraer a polinizadores como abejas y mariposas. Esto no solo ayuda a la polinización de las flores, sino que también mejora la biodiversidad en el jardín. Además, el aroma de estas plantas puede ser muy beneficioso para repeler insectos no deseados, creando un entorno más saludable para el resto de las plantas.

2. Salvia
La salvia es otra hierba que se adapta perfectamente a los mismos tipos de suelo y condiciones de luz que la lavanda. Al igual que el romero, la salvia es resistente a la sequía y requiere poco riego una vez establecida. Cultivar salvia junto a la lavanda no solo optimiza el uso del espacio, sino que también crea un atractivo visual, ya que ambas plantas tienen flores que complementan sus colores.
Además, la salvia es conocida por sus propiedades medicinales y culinarias. Puedes usar sus hojas frescas para dar sabor a tus platos o preparar infusiones. Esta combinación de plantas no solo es beneficiosa para el jardín, sino también para la cocina, permitiendo que los jardineros cosechen hierbas frescas y aromáticas para sus recetas.
3. Tomillo
El tomillo es una planta herbácea que, al igual que la lavanda, prospera en suelos secos y bien drenados. Esta hierba es muy apreciada por su aroma y sabor, y es un excelente complemento en la cocina. Cultivar tomillo junto a la lavanda no solo es beneficioso para el crecimiento de ambas plantas, sino que también crea un ambiente agradable en el jardín gracias a sus fragancias combinadas.

Además, el tomillo atrae a varios polinizadores, lo que contribuye a un ecosistema más saludable en el jardín. Estas plantas también son resistentes a plagas, lo que significa que al cultivarlas juntas, puedes reducir la necesidad de pesticidas químicos. Esto es especialmente importante si deseas mantener un jardín orgánico y sostenible.
4. Cebollino
El cebollino es una planta fácil de cultivar que puede prosperar en la cercanía de la lavanda. Al igual que las hierbas mencionadas anteriormente, el cebollino es resistente y puede crecer en condiciones similares. Su sabor suave y su aroma son perfectos para añadir a diversas recetas, lo que lo convierte en un favorito en la cocina.
Además, el cebollino puede ayudar a repeler algunas plagas que podrían afectar a la lavanda. Su presencia puede actuar como una barrera natural, protegiendo a la lavanda y a otras plantas del jardín. Cultivar cebollino cerca de la lavanda no solo maximiza el uso del espacio, sino que también proporciona una cosecha sabrosa y saludable.

5. Caléndula
La caléndula es una planta ornamental y medicinal que se puede cultivar junto a la lavanda. Su color vibrante y su capacidad para atraer polinizadores la convierten en una excelente compañera. Además, las caléndulas tienen propiedades que ayudan a repeler plagas, lo que beneficia a la lavanda y a otras plantas cercanas.
Las flores de caléndula también son comestibles y se pueden utilizar en ensaladas o como decoración en platos. Al cultivar caléndulas junto a la lavanda, no solo embelleces el jardín, sino que también creas un espacio más saludable y equilibrado. Ambas plantas prosperan en condiciones de sol pleno, lo que las hace ideales para crecer juntas.
6. Hinojo
El hinojo es una planta que puede crecer bien junto a la lavanda. Aunque el hinojo puede alcanzar una altura considerable, su crecimiento vertical no compite directamente con la lavanda. Esta planta también atrae a insectos beneficiosos, como las mariquitas, que ayudan a controlar plagas en el jardín.
Además, el hinojo es una planta comestible que se puede utilizar en una variedad de platos. Su sabor anisado es único y puede aportar un toque especial a tus recetas. Cultivar hinojo junto a la lavanda no solo diversifica tu jardín, sino que también proporciona una cosecha deliciosa y nutritiva.
7. Ajo
El ajo es una planta que puede ser muy beneficiosa cuando se cultiva junto a la lavanda. Su fuerte aroma actúa como un repelente natural para muchos insectos, lo que ayuda a proteger a la lavanda y a otras plantas del jardín. Además, el ajo es fácil de cultivar y no requiere mucho mantenimiento, lo que lo convierte en una opción ideal para jardineros principiantes.
El ajo no solo es útil en la cocina, sino que también tiene propiedades medicinales. Su cultivo junto a la lavanda no solo maximiza el espacio, sino que también proporciona un ingrediente esencial para muchas recetas. Al combinar estas dos plantas, puedes disfrutar de un jardín más saludable y productivo.
8. Menta
La menta es otra planta que puede coexistir bien con la lavanda. Aunque la menta tiende a expandirse rápidamente, puedes controlarla cultivándola en macetas o utilizando barreras subterráneas. La menta no solo aporta un aroma fresco al jardín, sino que también puede ayudar a repeler plagas.
El uso de menta en la cocina es versátil; puedes utilizarla en infusiones, ensaladas o como adorno en diversos platos. Cultivar menta junto a la lavanda no solo crea un ambiente aromático, sino que también ofrece una cosecha fresca y sabrosa para tus comidas.
9. Borraja
La borraja es una planta que no solo es hermosa, sino que también es beneficiosa para el jardín. Sus flores son atractivas para los polinizadores y pueden ayudar a mejorar la biodiversidad en tu espacio. La borraja es resistente y se adapta bien a las mismas condiciones que la lavanda, lo que la convierte en una compañera ideal.
Además, la borraja es comestible y sus hojas y flores se pueden utilizar en ensaladas o como infusiones. Al cultivar borraja junto a la lavanda, no solo embelleces tu jardín, sino que también tienes la oportunidad de cosechar ingredientes frescos y nutritivos.
10. Cilantro
El cilantro es una hierba aromática que se puede cultivar junto a la lavanda. Aunque el cilantro tiene un ciclo de vida más corto, su presencia puede atraer a insectos beneficiosos y ayudar a repeler algunas plagas. Además, el cilantro es una planta muy utilizada en la cocina, especialmente en platos de la cocina mexicana y asiática.
El cultivo de cilantro junto a la lavanda puede crear un espacio vibrante y lleno de vida. Ambas plantas prosperan en condiciones de sol pleno, lo que las hace ideales para crecer juntas. La cosecha de cilantro no solo añade sabor a tus platos, sino que también complementa el aroma de la lavanda en el jardín.
11. Pequeñas flores silvestres
Las pequeñas flores silvestres son una excelente opción para cultivar junto a la lavanda. Estas plantas suelen ser resistentes y pueden atraer a polinizadores como mariposas y abejas. Al sembrar flores silvestres, no solo embelleces tu jardín, sino que también contribuyes a la salud del ecosistema local.
Las flores silvestres pueden crecer en una variedad de condiciones y no requieren mucho mantenimiento. Su cultivo junto a la lavanda crea un entorno colorido y diverso, lo que es beneficioso para ambas plantas. Además, estas flores pueden ayudar a atraer insectos beneficiosos que controlan plagas en el jardín.
12. Albahaca
La albahaca es una planta aromática que se puede cultivar junto a la lavanda, creando un espacio fragante y delicioso. La albahaca es conocida por su uso en la cocina mediterránea y puede complementar perfectamente el sabor de muchos platos. Además, esta hierba es fácil de cultivar y puede prosperar en condiciones similares a las de la lavanda.
El cultivo de albahaca junto a la lavanda no solo proporciona una cosecha sabrosa, sino que también ayuda a repeler algunas plagas. La combinación de estas dos plantas no solo es beneficiosa para el jardín, sino que también es útil en la cocina, creando un espacio armonioso y productivo.
13. Guisante de olor
El guisante de olor es una planta trepadora que puede agregar verticalidad y color al jardín. Sus flores son atractivas y pueden atraer polinizadores, lo que beneficia a la lavanda y a otras plantas cercanas. Además, el guisante de olor puede prosperar en las mismas condiciones que la lavanda, lo que lo convierte en una excelente opción de cultivo asociado.
El guisante de olor también tiene un aroma encantador que complementa el de la lavanda. Cultivarlas juntas no solo embellece el espacio, sino que también crea un ambiente fragante y acogedor. Esta combinación puede transformar tu jardín en un lugar más vibrante y lleno de vida.
14. Cebolla
La cebolla es otra planta que puede ser beneficiosa cuando se cultiva junto a la lavanda. Al igual que el ajo, su fuerte aroma puede ayudar a repeler insectos no deseados. Las cebollas son fáciles de cultivar y se adaptan bien a diferentes tipos de suelo, lo que las hace ideales para el cultivo asociado.
Además, las cebollas son un ingrediente básico en muchas cocinas y su cultivo junto a la lavanda permite cosechar frescura para tus platos. La combinación de estas dos plantas no solo maximiza el uso del espacio, sino que también crea un entorno más saludable en el jardín.
15. Zinnia
Las zinnias son flores vibrantes que pueden aportar color y alegría a tu jardín. Estas plantas son resistentes y pueden atraer a polinizadores, lo que beneficia a la lavanda. Al cultivar zinnias junto a la lavanda, no solo embelleces tu espacio, sino que también contribuyes a la salud del ecosistema local.
Las zinnias son fáciles de cuidar y florecen durante toda la temporada de crecimiento, lo que las convierte en una opción ideal para jardineros de todos los niveles. La combinación de lavanda y zinnias no solo crea un entorno visualmente atractivo, sino que también promueve la biodiversidad y un jardín más saludable.